- Hola. Te he visto en el bar de antes. Llevamos tres rondas coincidiendo.
- Si... Yo también me he fijado - respondes.
- Estoy de poteo con los del trabajo. Un poco compromiso. ¿Tu?
- Je.... He coincidido con gente que hace años que no veía... ¿Cómo te llamas? - preguntas
- Ander. Soy Ander. Y me llaman... Ander... claro. ¡Qué chorrada acabo de decir!
- Yo soy Jairo. Justo como me llaman. Jairo - ríes
- Bo!. Nada. Que nos vemos en el siguiente... ¿Os quedáis por aquí?
- Estos se retiran ya. Yo igual me tomo otra. - esperas
- Yo estoy a punto de escaquearme de este grupo....¿te vienes?
- Si. Te sigo.
Despedida y salgo apresurado. Se que te llevo detrás. ¿Me sigues?. Vale. Acelero el paso calle abajo. Miro y sonríes expectante. Comienza el juego.
Giro brusco frente a un coche rojo aparcado al final del Cantón de la Soledad. Me escondo. Te carcajeas mientras saltas a verme. A buscarme. A intentar tocarme. ¿A que no me pillas?. Caracoleo entre personas. Unas con bufanda, otras con carrito, otras en bici y compañía. Me sigues sin acabar de atraparme. A ritmo. A que llegue.
-¡Casa!
- Ya...
-¿Subes?
- Si
Me miras entretenido, y yo te quito el gabán beige. Me dices que beige es el color del universo. La suma de las luces de las doscientas mil galaxias que componen el cosmos. Y yo te desabrocho la camisa. Color blanca, mientras acaricio tu pecho. Enciendo los grifos del baño y vierto sales perfumadas. Para ponerte dentro. Me arrodillo a tu lado mientras desapareces en la espuma. Te baño los ojos y los labios, cada comisura del cuello. Resbalo por tu espalda con mis manos esponja. Suavemente no me detengo. Recorro tus pies, tobillos y rodillas. El fémur, la cadera y el sacro, su homónimo opuesto. Me entretengo remolón en la pelvis y rodeo en ascenso sin pudor tu pene ahora erecto. Un pasaje completo hasta tu yo desnudo y mojado. Un pasaje que llega a su fin en la gran toalla que ahora te cubre. En la toalla con la que te seco. Cada pliegue, cada poro, cada pequeño afán cutáneo de tu cuerpo entregado.
Me miras complacido y regalado. Complacido y agotado.
-¿Vienes a la cama?
- Si. Es tarde. Estoy reventado.
- ¿Cómo hacemos lo de mañana?
- No se....yo me encargo de los pasteles. Ya sabes, ella seguramente haga una de sus tartas.
- Vale...Yo tendré que ir a comprarte algo. Ya estoy aburrido de la retaila de todos los años. ""Parece mentira que seas tan poco detallista hijo mio. ¿Tampoco este año le regalas nada a tu hermano?""
Hace ya un año que estoy por aquí. Gracias por la compañía.
Eskerrik asko guztioi