Un boquete de tamaño humano.
Un boquete en el muro.
Un boquete por el que se cuela tu voz.
Un boquete por el que pasas si te da la gana.
miércoles, abril 08, 2009
Santidad
Mientras hay quién prefiere encomendarle al Altísimo el cuidado de Su Santidad, yo prefiero seguir encomendándole el cuidado de la mía al latex. O al poliuretano, si es que me encuentro con santidades alérgicas a las encomiendas naturales
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