Hemos terminado de cenar. Fuera hace frio y llueve. Llevamos ya más de dos semanas sin ver la luz del sol. Y ahora es ya de noche.
Bery es de Bulawayo (Zimbabwe). Lo que más teme en el mundo son las estampidas de elefantes. Una destrozo la aldea que había salido bien parada de la guerra de la independencia. Le encanta mi patxaran casero y cualquier plátano. Nunca comería una patata frita de tu mano (No man, eso es de maricones!), pero caminamos durante horas tiernamente agarrados por las calles de Bruselas. Así se hablan los hombres que tienen algo que decirse.
Deo nació entre Ruanda y Zaire (República democrática del Congo). Todavía no tiene miedo a nada. Todavía no sabe que pronto empezarán una terrible guerra en su país y él tendrá que volver del exilio a tratar de sacar de allí a su mujer e hijas. Le despediremos con una gran fiesta africana que convoque a la vida y la suerte. Nunca sabremos más de él.
Lulu es Etíope, de Addis. Su nariz, una forma europea en una cara africana, es la única en la casa que no parece oler la combinación de especias recién llegadas con su madre, y que dan sabor a toda su comida y olor a todo lo demás; incluida mi piel, el pelo rasta de Bery y las americanas a rayas de Deo. Lulu nunca pregunta. El sólo escucha y sonríe. Yo se que pasa horas imaginándose vidas para desconocidos con los que se cruza o poniendo voz a conversaciones lejanas en los bares.
Hoy no vamos a salir. Bery nos quiere enseñar a su familia. Vuelve de su habitación con un manojo de fotos desordenadas. Las extiende sobre la mesa de la cocina, respira,...:
- Estos son los míos. Estos son mis hermanos.
Deo y Lulu observan en silencio. Hay al menos cinco fotos en las que se pueden contar por lo menos treinta personas. Yo pregunto:
- Bery, ¿cuántos hermanos tienes? Deo y Lulu vuelven sus caras con gesto entre divertido y extrañado.
- ¿Que cuántos somos? - Bery sorprendido. No se, somos los que ves ahí....¿Qué pasa que tú cuentas a la gente?
- Sí... -respondo boquiabierto. Yo sí.
- ¡Cuentas a la gente como si fueran ovejas!- exlama Deo. Lulu asiente en silencio.
- No man, eso está mal. Eso no se hace. -Bery, ante mi desconcierto y con el acuerdo general (menos uno) de la mesa.
- Además de mal educados sois también un poco tontos… ¿A ti se te ocurriría contarle las hojas a un árbol?- pregunta Deo entre risas de los otros dos.
-Pues eso.
lunes, diciembre 12, 2005
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6 comentarios:
Realidad....me gusta sentirla y en tus palabras la encuentro.
Bikos ;)
los que hemos tenido la suerte de compartir horas con PERSONAS con mayusculas , tenemos la fortuna de darnos cuenta , que nuestra realidad no es la unica , ni la mejor ...
(por mi parte voy a intentar dejar de contar ...total , a la vuelta de unos minutos todo ha cambiado ¿no?)
Vale...digamos que son cuentos sobre la realidad. Es decir, que no pretendían ser del todo cuentos pero si que pretendían ser reales. De hecho estan basados en historias reales, que nunca había escrito, pero que he contado tanto que se han convertido en cuentos...
Cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia. Todos los personajes existen...y yo, por el momento, también.
Muxuxuuxux a todas y todos los que me comentais
Oiga, cosas chulas aquí en su zulo.
Ya me ha picado la curiosidad.
Pero no le mando smuakis porque aún no hay confi para tanto. :)
Me das mucha envidia cuando cuentas estas cosas...y me siento avergonzada. Gracias.
Beso.
mh,
Pues nada, entra y pilla todo lo que te guste. Eso si, no me hago responsble de los disgustos. Yo si te mando smuakis....Es que soy de besucón!! (Además no hace falta condon. Ventajas del internes!)
wendylinda,
Gracias a ti por tus visitas-tirita. A mi también me gustan tus historias...
Envidia por envidia...besito reenvidioso
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