miércoles, septiembre 05, 2007

Cariacontecidos

Los vi crecer entre años y años.
Compartimos cercanías, calles y mañanas.
Pero no se nada suyo. Ni sus nombres ni en qué andarán.
No recuerdo el sabor de uno sólo de nuestros segundos.
Ni dulce ni amargo. Nada.

Y sin embargo conservo feligrés y devoto
la reliquia incorrupta de la historia de sus caras.

"Caracandaó" era bordillera y patidifusa. Una cojera asimétrica la acomodaba naturalmente a los espacios límite entre acera y calzada. Cada paso, costoso, apuntaba decididamente a direcciones incompatibles. Imposible discernir si iba o venía. Sus ojos grandes y negros circulaban en deriva múltiple, como los de un perro encadenado explorando ansioso el límite de su recorrido. Un mentón antiguo, prominente, proporcionaba el cierre inexpugnable a los eslabones de su rostro. Nunca la pude oir hablar. Su voz se filtraba y goteaba silenciosa entre espacios de metal.

"Caranada" era un joven espejismo refractario. Un rostro pulido que se prestaba animoso al reflejo indiscriminado de la arquitectura de su Bultaco. El manillar, el escudo de la casa, el acelerador o el tapón del depósito de gasolina. Multifacético, y visionario sin rostro propio, me regalaba cada mañana una lección de mimetismo carnal entre el hombre y la máquina. Y montado en su motocicleta, con las planta de los pies nunca coincidiendo sobre el suelo, pasaba por mi vida así, como de puntillas, de carrerilla, como las dosis de incomunicación que marchan sobre ruedas.

Y hay algunos días "no sé", del estilo de hoy, en que desearía poder resucitar y preguntarles -¿qué tal?-, si es que acudiesen cariacontecidos, a los funerales por el eterno descanso de una que fue mi alma.

Alpha Blondy - Psaume 23 & Jerusalem (Live)

[via FoxyTunes / Alpha Blondy]


1 comentario:

Vitore dijo...

Hay veces que uno echa de menos lo que no le dijo a aquellos cariacontecidos cuando se los tenía delante, aunque es probable que de tenerlos en nuestras vidas antes y ahora no preguntaríamos ¿qué tal? por la solidez de la respuesta. Muxu.