lunes, junio 16, 2008

plough and roll querido Watson

- ¿Cómo se te ha ocurrido venir a la boda en bici y vaqueros? Hijo, la verdad, después de todos estos años ya no se si me das pena o envidia...

Le he dado un beso. Está muy guapa. Por el vestido raso con gusto. Y porque ya no tuerce el gesto cuando le digo que esa mañana de iglesia soy un poquito más ateo.

-Si estuviera tu padre.... dice sin cara de mujer incompleta.
-Se estaría descojonado de toda vuestra inversión social en catecismos y comida para el tío fraile. Y también de esa señora de ahí vestida de sugus con lazo.
-Ya....por eso le echo de menos.... anda, acércame uno de esos cócteles de champán

Vuelvo y me la encuentro hablando con "esa señora de ahí", una mujer pequeña de grandes curvas. Labios carmín pasión y pestañas embreadas en cara sobre fondo blanco. Vestido boutique "Mecaguen laelegancia". Gasa dos cuerpos con blusa verde melón y falda rosacea. Remantando, un enorme lazo rojo a la cintura.

- ¿No la conoces verdad?. Es tu tía. La hermanastra mayor de la abuela.

Sonrío y me acerco para un beso. Me besa la mejilla, despacio, mientras me abraza y no me dan ganas de soltarla. Así que nos acomodamos. En ella se está bien....

........y escucho a Tame en Johannesburg, hablando hace ya años. Contándome sentado cómo, en su pueblo, es costumbre que antes de la boda, la hermana mayor de la futura esposa pase la noche con el novio. Que le enseñe cómo tratar a su hermana, cómo sembrar su espacio con tanto placer y gusto que después haya alguna oportunidad de que germine el amor.

Y al separarme de sus brazos no dejo de pensar en mi abuelo, y de escuchar a mi madre decirme que, para ser ateo, llevo hoy un careto que parece que acabara de ver a Dios.