Hoy hace 30 años de su coronación y la prensa no se ha olvidado del aniversario. El País publica un especial de 72 páginas sobre su reinado. ABC un monografico titulado "Historia de un éxito". Las memorias y semblanzas sobre su real figura son portada en casi todas las revistas. Ninguna se olvida tampoco de resaltar su actitud democrática y el comportamiento durante la noche de la "tejerada". Un día para recordar.
Y sin embargo casi nadie entrevista hoy a los olvidados de "su graciosa majestad" (porque, al parecer, el tío es además un graciosillo en su real intimidad). Y es que su trono, su real posadera, se sientan sobre el silencio y la desmemoria. La restauración borbónica española es la guinda de una transición política que, en el nombre de la reconciliación, corrió un negrísimo manto de olvido sobre el legado del "innombrable" caudillo que tendió la mano al democrático rey. Sus 30 años de reinado son el resumen de un planificado y vergonzoso olvido. El mismo olvido que ha consagrado como demócratas intachables a personajes ligados a la represión y el genocidio franquista (el "bueno" de Fraga, por ejemplo) y que sigue sin reconocer ni reparar la memoria y la dignidad de todas aquellas personas que lucharon por la libertad contra el fascismo y que fueron asesinadas, represaliadas, encarceladas, torturadas, exclavizadas en trabajos forzados y finalmente olvidadas en nombre de la democracia. Sus historias deberían ser lo único celebrable en el día de hoy. No hay peor gobierno que el de la desmemoria.
martes, noviembre 22, 2005
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
Me gusta leer posturas críticas a la transición en España.
El olvido y la anestesia a la que se ha sometido al pueblo en este proceso debería ser objeto de denuncia más a menudo.
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