Vivíamos en Andreas Vesaliusstraat. Era un edificio viejo y solemne a tres alturas.
En cada piso tres manos. En cada mano seis personas. En cada persona un rellano.
Había una bandera multidescolorida sobre el dintel del portal. La bandera de Vesaliustraat.
- Vesaliustraat se pronuncia con uve labiodental. Uve sonora. Eso decía Deo Nguesso, lingüista exiliado del Lingala y refugiado en el Latín. También refugiado en el Griego, y el Francés. Y muchas otras lenguas. Y romances. Deo regresaba muchas noches a su Zaire natal. El Zaire del que huyó. Regresaba con su "exorcismo labiodental de Vesaliusstraat". Transformado en su archienemigo Mobutu Sese Seko1 (dictador del Zaire hasta 1997), se paseaba por el pasillo de casa embutido en una alfombra de piel de leopardo sintética. Repetía firme y con bastón de mando la entradilla solemne de todos sus discursos:
-Bamama Batata Bandeko. Soki Nalobi oyo ekoya eya.....
Deo repetía y reía. Repetía y recordaba. Repetía y lloraba. Repetir era su viaje imposible al pasado. Repetir era su perífrasis lingüística para poder vivir.
Vivíamos en Andreas Vesaliusstraat. El edificio de las tres alturas y las personas rellano. El edificio de la bandera multidescolorida y sin patria. Y en nuestro pasillo nocturno se mezclaban las repeticiones. Bery era de Bulabwayo, Zimbabwe. Y repetía canciones. Su habitación era una versión doméstica de la teoría del caos. Un caos con centro de gravedad. Cada átomo de materia servible o inservible gravitaba aleatoriamente alrededor de un viejo radio casete y varias cintas de noventa minutos. Cada cinta de noventa minutos tenía una canción repetida continuamente. Cada una ocupaba un año de vida de Bery. Aquel era el año de "Dirty Boulevard", Lou Reed.
Bery decía que nuestro edificio era como el "Wilshire Hotel" de Lou. Un tremendo cubo de basura útil en el que era difícil que nada te importara una mierda. "Its hard to give a shit these days" repetía mientras buscaba en su habitación un libro de magia que le permitiera volar lejos.
-Nada me importa en este basurero. Los importantes sois tú y Deo. Deo tiene que volver a casa. Tú te vas muy pronto. Y yo regresaré a Harare cuando todA esta mierda deje de gravitar. Me iré volando con Lou. Repíteme que vendrás a verme. Repítelo para que hoy tampoco te crea.
Era nuestro juego nocturno tras el exorcismo de Deo. Yo debía decir que un día aparecería en Harare sin avisar. Y llamaría a su puerta. El, al verme, haría sonar a Lou. Yo debía repetir convincente. El debía sonreír descreído.
Llegué una mañana a Harare. Varios años después. Localicé la antigua casa de Bery. Pero el ya no vivía allí. Volví varios días y repetí paseo por la barriada mugrienta. Fue en la quinta repetición, en mi último día en Harare que una señora con porte altivo me mandó llamar. Me escribió una dirección sin mediar palabra. Aquella misma tarde me acerqué. Llamé a la puerta. Nadie respondió. Tras repetir llamada circunvalé la casa buscando algún signo. Una ventana. Trepé unos metros y me asomé. Al otro lado del cristal, el caos gravitaba alrededor de un deslumbrante equipo de música.
Dejé una nota bajo la puerta principal sin dintel ni bandera:
-I was here. U were not. U may be fucking around with Lou. I know it´s hard to give a shit these days but, I still love U. ("Estuve aquí. No estabas. Quizá anduvieses por ahí vacilando con Lou. Se que es difícil que en esta época nada importe una mierda. Sin embargo yo todavía te quiero)
1 Mobutu Sese Seko Nkuku Wa Za Banga ("El guerrero todopoderoso que, debido a su resistencia y voluntad inflexible, va a ir de conquista en conquista, dejando el fuego a su paso")
martes, enero 30, 2007
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5 comentarios:
No sé cómo puede gustarme si no lo entiendo. ¿O quizá es al reves?
Me gustaría enviarte un mail pero no veo tu dirección. ¿Me envias uno a mi para que pueda escribirte?
Si no te molesta, claro.
Parece una mezcla de ficción y realidad tu relato... aunque quizás de lo extraño que es, sea real del todo, de pe a pa.
Muxu.
En realidad hoy es la segunda vez que leo esta historia y sigue dejándome una sensación tan extraña
Cómo me gustan las cosas que cuentas ;)
Gracias Pola.
Es una historia muy especial también para mi.
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