Se que andas por ahí,
querida Decencia,
se que andas por ahí,
aunque no me cojas las llamadas.
Que andas siempre reunida, preocupada,
y casi sin razones convincentes.
Que te empleas sólo en excusas mal atadas
y crisis de unos pocos.
Y sabes que mientras tanto,
querida Decencia,
sabes que mientras tanto
se han vuelto a extraviar en el mar
otras casi trescientas miradas
Yo te llamo y te llamo,
por si encuentras alguna entre tanta ola,
por si llegas antes de que sean
cuento radiofónico,
víctimas de no se qué nueva mafia.
Pero tu no me coges las llamadas,
aunque se que andas por ahí,
aunque se que andas ocupada
Te dejo en el buzón de voz este grito
por si olvidaste el ruido de las ganas
entre tanto jodido silencio
de indiferencia humana.
martes, marzo 31, 2009
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6 comentarios:
Yo sabía secretamente que, en realidad, eras un poeta. Lo supe desde el primer día que te vi... Pero no sabía que podía leerte! Qué visita más chula!! Otro besazo para ti... :-)
Joder. Tengo que recuperar la buena costumbre de visitar los enlaces. Eres una dosis de esperanza.
Kaixo señorita Viridiana!!
Jeje...siempre bienvenida...Por cierto ¿cuando te vemos?¿
Mad, querida, gracias por lo de dosis dosis :))))
Muchísimo que no sabía nada de ti. ¿Que tal la peque?
Muxux
creo que la pobre decencia no te coge el teléfono por si están las lineas pinchadas.
ay.
Qué triste, patético y terrible que la decencia no responda a tu llamado. Nosotros, los que supuestamente la conocemos, tampoco seremos capaces (y tal vez ni queremos) ayudarte a invocarla; plenos de indolencia.
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