Lahore se guarda un secreto. Su corazón urbano palpita trepidante en el Punjab pakistaní, en la frontera con la odiada y deseada hermana India. Casi nueve millones de pakistaníes se beben sus latidos diarios. Con té y especias. Con "chaluar camise" ellos, un amplísimo pantalón anudado con un cordel en la cintura y un larga camisa hasta las rodillas. Con shari largo y pañuelo a la cabeza ellas. En las calles, muchos más ellos que ellas.
Las telas se agolpan en sus mercados imposibles. Las calles se estrechan y se retuercen plagadas de actividad. Los segundos circulan implacables en un caos de peatones, carromatos, burros, coches, bicicletas y motocarros. El tiempo parece deambular sin rumbo hasta posarse caprichosamente en cualquiera de sus esquinas plagadas de historia: la mezquita de Badshahi, una de las más grandes y hermosas del Islam, el fuerte de Lahore con su Sheesh Mahal (Palacio de los Espejos), o los jardines de Hazuri Bagh en los que, cada domingo, se reúnen poetas, rapsodas y cuentistas a tejer palabra a palabra la tradición oral punjabí.
El Samadhi (mausoleo) de Ranjit Singh, con su cúpulas doradas y sus balaustradas custodia las cenizas del Maharaja que durante años desafió a los británicos, convirtiendo al Punjab en el único estado en la zona no controlado por el "imperio de la civilización y la razón". Conocido como el León del Punjab, Ranjit Singh, seguidor de la religión Sij, creó un imperio multiétnico basado en la convivencia pacífica y la igualdad de derechos entre practicantes del hinduismo, musulmanes y sijs, religiones históricamente enfrentadas en la zona. Tras su muerte, la malgobernanza de su sucesor fue fielmente aprovechada por la corona de su graciosa majestad para traer el cristianismo y extender sus imperiales posaderas a golpe de sable y cañón.
Y sin embargo, el alma de Lahore no transita por sus calles ni se guarda en sus templos. La esencia de la ciudad vive en el ocaso del día. Al atardecer, hombres y mujeres suben a las azoteas para echar a volar sus sueños y anhelos en forma de cometa. Serpientes aladas, dragones, monstruos de cabeza amenazadora y colas multicolor pueblan los territorios del horizonte. Miles de hilos invisibles mantienen las almas unidas a la ciudad mientras el viento vespertino agita los deseos, infla las vanidades y entrelaza los futuros.
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lunes, enero 30, 2006
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15 comentarios:
No quiero ni pensar en cómo sería la que tuviera que construir yo.
Probablemente tendría que terminar volando una cabeza de cochinillo o un escarabajo pelotero.
Una cabeza de cochinillo es un muy buen deseo....tan bueno que no debería nunca de acabar volando. Yo pongo el mantel :)
Vaya... no he estado nunca allí, pero hoy he estado un poquito. Asomándome al menos, a través de ts palabras.
Y gracias. Me encanta viajar :-)
un texto precioso y currao..jejee; con un final dulce, de los que dejan sabor a nube.
Bicos e apertas.
Tienes la facultad de llevarme donde quieres "solo" con tus letras.
Alucinante. Contigo vuelo.
Un beso.
Gracias por llevarme a la india, donde nunca he estado.
Muxu bat ta bi, ta hiru...
me sorprende, de veras, tu capacidad de comunicación. Me gusta tu post, pero me entusiasma la canción aún más, si cabe. Gracias.
Como siempre me acercas a sitios, mundos interiores y sentimientos desconocidos...todo un placer volver y volver a tu espacio!
Mil bikos.
Llevo varios días leyéndote, y cada vez me sorprendes.
Eres el pequeño viaje de cada mañana, antes de empezar a trabajar. Una visión para relajar el alma antes de concentrar la mente.
Gracias.
Ignoro si has estado en Lahore. Lo creería a pies juntillas si no fuese porque eres un cuentacuentos nato con alma de poeta capaz de recrear espacios con la magia de tus palabras.
Abrazo orgiástico.
Ni idea tenía de todos estos sitios que has descrito (la ignorancia tiene las patas muy cortas y a veces no se va a ninguna parte...)
Me gusta el ambiente de los jardines de Hazuri Bagh, tal y como lo cuentas me ha recordado las charletas que se tenían que meter algunos griegos en el ágora.
Lo de echar a volar los sueños desde una azotea me ha recordado a mí misma una noche del verano pasado. Me parece que también se vieron volar hilillos multicolor, pero creo que era yo, que me estaba deshilachando...
Muxux de me ha encantado el viaje
Y el remate es la banda sonora...
ayer estuve en Lahore, y durante el ocaso subí a mi azotea, eché a volar mis sueños y yo volé con ellos, y en mi vuelo, en mi ensoñación imaginé que estaba en Lahore y que echaba a volar mis sueños...
Gacela,
Pues si mis palabras te sirven de ventanita mira todo lo que quieras. Un muxu
Slesnor,
Gracias.Me lo paso bien haciendo esto. Bicos de nube
Wendylinda,
Nunca supe que tenía letras con poderes...espero que no se entere Red Bull..Volamos juntos. Muchos besos.
Cdaee,
Plazerra nirea dun. Eta lau, bost, sei....
Malula,
Que gusto verte con hilos invisibles. Esa cometa linda!!
Muakamuak
Esther,
Ya me gustan tus visitas, ya.
Muxux
Azul,
Como siempre, bien venida. Ongietorria! Muxux
Santinobrain,
jejejje, mira tú que descerebrado que relaja el alma y es capaz de concentrar su no cerebro
:) Me alegro de que me leas. Y de sorprenderte.
Ella,
Pero qué cosas más bonitas me dices! Me dan ganas de de de de...orgiarte, fíjate tu.
Un beso con muchísimo cariño. Y disfrutar del fuego;)
Sabelatxo,
Hazuri Bagh es un sitio mágico. Lástima de no entender Punjabi o Urdu.... Desehilacharse e hilacharse es algo que sólo podeis hacer las que sabeis hilar fino...
Muxux
Mad,
Es Nusrat Fateh Ali Khan, un Pakistani que ha hecho famoso el Qawwali en el mundo (música religiosa sufi). En Pakistan es casi un semidios y en Europa la han sampleado gente como Badmarsh and Shri (UK) y han hecho cosas preciosas.
Un beso y gracias por la visita.
Gracias por el dato, buscaré cosas. No tenía demasiadas referencias de música pakistaní.
Un beso y de nada, ha sido un placer, claro.
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